viernes, 1 de febrero de 2008

El paciente Miguel

Quienes conocen a Miguel Micó saben que lo suyo no son los fuegos artificiales. Formador de juveniles, eterno buscador de nuevos talentos, su labor siempre mezcló sus inquietudes tácticas con la docencia. Hoy, habiendo superado ya la barrera de los 60 años, cuenta con la gran chance de mostrar sus conocimientos en el fútbol grande. Y nada menos que en Racing.

Seguramente este desembarco no será lo que soñó el ex delantero de Ferro y Sportivo Italiano. De paso exitoso por las divisiones menores de Ferro, Lanús y Racing, entre otros, se ganó el prestigio como formador y descubridor de juveniles. Entre otros valores actuales relacionados a Racing, llegaron de su mano Juan Manuel Torres, Lisandro López, Maximiliano Moralez y el más reciente Juan Cruz Respuela. Pero todo eso ya quedó atrás. Micó es el técnico elegido en uno de los momentos más críticos de la historia de Racing.

Las tormentas estuvieron a punto de impedirlo: deudas, desmantelamiento, falta de comunicación. Y Micó que aguantaba... Hasta fue criticado desde distintos sectores. ¿Aguante o sumisión? Hasta que la salida de Romagnoli lo hizo estallar. Para Fernando De Tomaso resultó un
llamado de atención. Para los hinchas un alivio.

Ahora que ya sabemos que el entrenador de Racing es Micó, la pregunta es: ¿a qué jugaremos? Podemos empezar a desentrañarlo. Formado en la escuela de Ferro Carril Oeste, pregona el orden y el trabajo. En la coyuntura actual, con un plantel limitado, seguramente extremará esos valores. Imaginemos entonces a un Racing precavido, conciente de sus falencias e intentando explotar al máximo sus módicas virtudes. La Academia presentará un 4-4-2 ordenado y compacto. Que será más rígido o más flexible dependiendo de la llegada de Moralez. Con él, los laterales (al comienzo Diego Menghi y Gonzalo García, luego volverá Franco Sosa al lateral izquierdo) estarán mas contenidos. Sin él y con Matías Sánchez por la derecha, deberán aportar más salida, aunque ninguno de ellos se destaque por sus cualidades ofensivas.

Es que, hoy por hoy, el Enano jugaría por derecha y Claudio Fileppi conservaría su lugar como volante izquierdo. Así estarían más alimentados tanto Reinaldo Navia como Facundo Sava (líder fuera de la cancha y voz de Micó dentro de la misma). En el caso de Moralez contaría con más libertades, arrancando desde una posición fija cuando se recupera la pelota pero moviéndose por distintos lugares durante la gestación de la jugada.

El doble cinco es religión para este ferviente católico. Adrián Bastía y Claudio Yacob cuentan con un profundo valor en el equilibrio del sistema. Al igual que el trabajo de laboratorio en las pelotas paradas y el estudio minucioso de todos los rivales.

Así las cosas, la intención será no descuidar la pelota ni los espacios. Y sumar, de a uno o de a tres. Pero sumar. Hoy la manteca se acabó. Y el techo está muy alto.

No hay comentarios: